martes, 13 de noviembre de 2012

Trabajo clase

relato

narrativo


Una noche de verano, me encontraba en la playa de Málaga con algunos amigos, cuando sonó mi teléfono.
Descolgué y cuando finalizó la llamada me quedé pensativa, y sin saber que hacer.
Pues cuando yo tenía siete años, en esta misma playa me abandonó mi madre, mientras yo esperaba ansiosamente su regreso, algo que nunca ocurrió.
Ahora tengo dieciocho años y he recibido una llamada, de alguien que quiere retomar la relación conmigo, saber de mi vida y necesita ayuda. 
Pero me provocó tanto daño que jamás la podré perdonar, ella necesita un trasplante de médula, de la cual solo yo soy compatible. 
Todo estaba en mis manos, podía actuar como ella hizo, y dejarla que me esperase eternamente. 
Y eso fue justo lo que hice, no la ofrecí mi ayuda y la dejé de la misma forma que ella hizo conmigo en la playa hace tanto tiempo, de esta forma ella vivirá en sus propias carnes la sensación de la dura y eterna espera. 
Nunca sabes de quien puedes necesitar ayuda en tu vida.

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